Este índice se define a través de cuatro principios de diseño determinantes sobre los que puedes leer en este artículo:
- Objetivos sociales
Uno de los principios es el uso de criterios objetivos de naturaleza social. Es decir, la naturaleza de estos indicadores debe ser de una esencia social o ambiental. - Evaluación de los resultados
En otras palabras, este enfoque tiene una dimensión pragmática para el análisis. Más allá del significado de la intención de una acción concreta al servicio del progreso, lo verdaderamente decisivo en la práctica es el resultado obtenido. - Integral
Este tipo de enfoque está lejos de cualquier tipo de visión reduccionista de la realidad. El criterio holístico e integrador describe la forma de observar el desarrollo social de todos los territorios, cada uno de ellos, desde sus propias particularidades de contexto. - Visión práctica
La motivación principal de la retroalimentación obtenida a través de este índice es promover acciones específicas, objetivas y realistas. Por lo tanto, estos principios delimitan la esencia del progreso en el contexto de la realidad para poder evaluar desde un punto de vista objetivo cuáles son los puntos fuertes y débiles de un lugar.
¿Cómo se observa en la práctica este desarrollo, que es una motivación común de la sociedad? Este punto de vista tiene en cuenta tres variables fundamentales para determinar si la dirección social de un territorio está alineada con esta perspectiva de crecimiento. Se estudia si las características del contexto favorecen el desarrollo y la felicidad de las personas que viven en ese lugar al tener sus necesidades elementales cubiertas.
Necesidades básicas que son fundamentales para el desarrollo de objetivos superiores como ya explicó Abraham Maslow. Por lo tanto, el Índice de Progreso Social también toma como objeto de estudio aquellas características de un lugar que alimentan la promoción del bienestar de sus habitantes.
El crecimiento económico tiene un impacto constructivo en el desarrollo social de un pueblo. El factor financiero y la estabilidad económica proporcionan un estilo de vida a las familias y aumentan la tranquilidad emocional sobre el futuro. Por ejemplo, el crecimiento económico crea mejores oportunidades de ahorro.
Sin embargo, centrar el progreso únicamente en lo económico significa ignorar la importancia del enfoque humanista que sitúa al individuo en el centro. Por ejemplo, los valores también son fundamentales para promover este desarrollo.
Los valores que están alineados con la búsqueda del bien común en contraposición a cualquier tipo de individualismo también son especialmente inspiradores.
A través de este índice es posible obtener un diagnóstico de la situación de un lugar para deliberar sobre cuáles son sus áreas de mejora y sus puntos fuertes.
Los seres humanos son sociales por naturaleza, parte de una comunidad. El nivel de felicidad individual aumenta cuando las condiciones de bienestar a nivel social también son mayores.
El ser humano es libre y tiene la capacidad de transformar a través de su actitud algunas de las circunstancias de la vida. Sin embargo, no debemos negar la evidencia de que las condiciones externas tienen una influencia considerable en el potencial de realización de una persona. Por ejemplo, el hecho de vivir en un entorno con un alto nivel de acceso a la formación y el conocimiento tiene un impacto constructivo en la libertad de la persona. Existe una relación constante entre el conocimiento y la toma de decisiones.
Las personas que viven en un espacio que fomenta el aprovechamiento de las oportunidades tienen mejores condiciones que las que viven en un lugar en el que esto no sucede. A través de esta visión de la realidad, es posible promover el bienestar mediante la creación de entornos con elementos indispensables para aumentar la calidad de vida de quienes viven en ellos.
El progreso social debe ser importante para nosotros como un deber ético y moral. En otras palabras, es una responsabilidad que todo ser humano tiene como ciudadano. Pero son las autoridades competentes, las que desde su posición pueden realmente influir en la aplicación de acciones eficaces.
Si un ser humano puede llegar a ser el mejor a nivel personal, esta evolución es más realista cuando forma parte de una sociedad que también tiene esta excelencia y que produce un efecto nutritivo en el estado de ánimo.
Por lo tanto, el progreso social es un objetivo necesario y deseable en el presente. Ya que es ahora cuando los países pueden trabajar para desarrollar acciones específicas con las que lograr el escenario deseado en un futuro próximo.
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